CONVENTETS (IV): Santa Clara de Balaguer (Almatà) y su "conventet"


El Monasterio de Santa Clara de Balaguer fue fundado en 1351. 
En 1347 había muerto Jaime I de Urgel, hijo de Alfonso el Benigno, y en su testamento dispuso la fundación de un convento de clarisas en la ciudad de Balaguer para albergar en el interior de la iglesia sus restos mortales. En un primer momento esto no fue posible y reposó en el convento de Sant Francesc de Barcelona. La esposa y los albaceas de Jaime I de Urgel obtuvieron la iglesia parroquial de Santa María de Almatà, documentada desde el año 1094 y situada en la parte alta de la ciudad, cerca del castillo donde residían los condes de Urgel. 
Margarida de Montcada (1300-1368) había ingresado en el Monasterio de Corpus Domini de Nápoles el año 1322 y su tía, la Reina Elisenda de Montcada, y el conde-infante Jaime la llamaron para la fundación de Balaguer. La comunidad se estableció al poco, con Margarita de Moncada como abadesa (Triviño, 2020, pp. 418-425).

Afirma sor Victoria Triviño en el mismo escrito que “todavía hubo un proyecto que no aparece en los documentos, pero se realizó felizmente: fue tener en Balaguer un “conventet de frailes menores”, como en Pedralbes, para la ayuda del monasterio. Sirvió esta pequeña comunidad a las hermanas hasta la supresión de la conventualidad en 1557” (Triviño, 2020, p. 426). Esta afirmación nos lleva a plantear dos cuestiones muy importantes: la primera es que, si el "conventet" no aparece en los documentos, ¿cómo conocemos su existencia? Y la segunda es que el "conventet" habría asistido a las monjas hasta la supresión de la conventualidad, tema importante en el planteamiento de este artículo: si la Observancia fue la razón de la supresión de los "conventets" - según la hipótesis planteada por la Dra. Blanca Garí - y qué relación tendría, en caso afirmativo, con la cura monialum en general en el movimiento observante.

Indaguemos un poco ahora sobre el "conventet" de Balaguer, puesto que parece ser que sí está documentado, si bien parcamente. Agustí Boadas indica que “se desconoce la fecha de fundación del convento de sant Francesc de Balaguer, o también convento de Almatà o Conventet” (Boadas, 2014); parece ser que existen referencias indirectas que lo consideran muy antiguo, como por ejemplo se menciona que un tal Bernat de la familia Centelles fue enterrado en el convento de Almatà de frailes menores; podría tratarse de Bernat III, fallecido en 1277. En la misma página se indica que “la buena relación de la familia Centelles con la Corona (Jaime I y Jaime II) hace pensar que la fundación habría que situarla antes de la muerte de Jaime I, antes de 1276”. Pero lo cierto es que la primera referencia que hace el fraile e historiador Pere Sanahuja es de 1372, cuando figura en un testamento, y lo considera un “conventet” situado junto a Santa Maria d´Almatà y que servía a las monjas de santa Clara de manera análoga a los que había en Pedralbes o Manresa (Sanahuja, 1959). El P. Sanahuja afirma que el "conventet" fue derribado en el sitio de 1413 y ya no se reconstruyó nunca más, mientras que sor Victoria Triviño mencionaba en el artículo citado que el "conventet" había funcionado hasta 1557, con el establecimiento de la Observancia en la ciudad.

De ser correcto lo que afirma Boadas en base a referencias indirectas de que el convento de Almatà era de frailes menores y habría sido también llamado convento de Sant Francesc, no sería descartable la hipótesis de que a partir de la existencia de esa primera comunidad de frailes menores se hubieran establecido con posterioridad las monjas, también cerca plaza del castillo y a gran proximidad de los frailes. El hecho de que la primera fundación franciscana en la corona de Aragón fuese en la ciudad de Lérida, a escasos 30 km de Balaguer, hace que no sea descartable una temprana fundación en esta última ciudad. En cualquier caso, no existen suficientes datos para afirmarlo.

Queda claro que se trata de un caso alrededor del cual hay bastante confusión. Es cierto que sí aparece citado en la documentación pero, además de no estar clara la fecha y la razón de su final, tampoco existen restos arqueológicos del "conventet", que el P. Sanahuja consideraba situado en el extremo opuesto de la plaza del convento de las clarisas, en algún lugar delante o dentro del castillo.

Por otra parte y posteriormente a los acontecimientos narrados, una bula del papa Eugenio IV de 1443 autorizó la fundación del convento observante en 1446. Esto ya se había hecho realidad y estaba en construcción el nuevo establecimiento dedicado a Santa María de Jesús. No hay indicios documentales de que los franciscanos observantes sirvieran espiritualmente a las clarisas de Balaguer, si bien la distancia entre ambos conventos es de 2´5 km y el tiempo aproximado que se tarda en recorrerla sin prisa es de 40 minutos. Así que la segunda cuestión que planteamos sobre la relación entre el final del "conventet" y la implantación de la observancia en Balaguer es un tema que debemos por el momento dejar abierto.

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